Adiós a los Pañales

El momento en el que el niño comienza a dejar los pañales constituye para los padres una etapa de mucha expectativa y anhelo, sin embargo, este paso puede llegar a despertar en algunos ansiedades e inquietudes.


Para que el aprendizaje en el control de esfínteres constituya un proceso natural y sano en el que el niño sienta el respaldo y apoyo de sus padres, debemos contar con tres elementos fundamentales: TIEMPO, PACIENCIA Y COMPRENSION.


En primer lugar debemos tener en cuenta que recién alrededor de los dos años el niño puede  estar lo suficientemente maduro desde el punto de vista neurológico como para controlar sus  esfínteres y que por regla general cada niño es diferente y requiere que se lo considere como tal a la hora de respetar sus tiempos.


¿ Cómo identificar el momento propicio para iniciar el aprendizaje?


Tengamos en cuenta que adelantarnos a ese tiempo personal de cada niño puede llegar a resultar perjudicial y para evitarlo es importante estar alerta a determinadas señales: 


  • Avisa cuando a hecho pipí o popó.
  • Le molesta el pañal y pide que se lo quiten.
  • Está seco por tiempos largos y después de las siestas.
  • Muestra con gestos faciales cuando está defecando.
  • Entiende y puede acatar órdenes sencillas.
  • Es regular en sus deposiciones lo que nos daría la pauta de cuál es el momento adecuado del día para sentarlo.


Aspectos importantes de considerar:


1.  Los psicólogos explican que tanto la orina como la materia fecal son  considerados por el niño como elementos preciados al salir éstos de su cuerpo. El valor negativo va a ser incorporado paulatinamente, por lo  tanto no debemos escandalizarlos si intenta tocar sus heces, simplemente hay que decirles que eso no se debe hacer.

2. Como todo proceso, este aprendizaje puede tener avances y retrocesos estabilizándose alrededor de los 4 y 5 años siendo influenciado por  factores emocionales.

3. Por esta razón hay situaciones eventuales en las que no es conveniente iniciar el aprendizaje en esta área, por ejemplo: mudanzas, llegada de un hermanito, inicio de las clases, alejamiento o pérdida de algún ser querido o cualquier otra       situación que implique crisis familiar. 




 Que pasos es conveniente seguir:


A. Es importante que el niño se familiarice con el objeto que se va a utilizar (un reductor para colocar en el inodoro). Desde antes de iniciarlo se le debe explicar para que va a ser utilizado y que lo vea en el baño como el lugar adecuado para realizar tal función.

B. Llegado el momento lo invitamos a sentarse en el reductor  y esperamos junto al niño sin   impacientarnos. No debemos obligarlo a permanecer sentado  más de lo que desea ya que de esta forma se convertiría en una especie de penitencia y se rehusará hacerlo posteriormente.

C. Si se logra el objetivo es bueno felicitarlo y mostrarnos felices o de lo contrario alentarlo a que la próxima vez lo logrará. De esta manera fomentaremos su autoestima y la confianza en sí mismo.

D. Como en otros aspectos de su desarrollo el niño aprende imitando, por lo que verá que otros niños usan el baño y eso lo alentará a intentarlo.

E. Tenemos que estar preparados para los fallos sin regañarlos cuando sucedan. Una vez que se comience a poner el calzoncillo o calzón no se deberá regresar al pañal, ya que esto le demostraría al niño nuestra pérdida de confianza en sus logros.

F. El control de esfínteres durante la noche se logra generalmente en un momento posterior por lo que es aconsejable que tomen la menor cantidad de agua posible antes de dormirse.


En la medida que podamos acompañar al niño en este proceso con todo el afecto y dedicación, seguramente sentirá haber logrado una verdadera  conquista y un continuo crecimiento.


Licda. Mónica Preti de Sobalvarro